martes, 24 de febrero de 2009

COMPETITIVIDAD: EL OBJETIVO PARA MEXICO

Por Rolando Lemus Cerna
Es muy difícil ver en nuestro país tanto a nivel macro (plan sexenal), como en lo individual (plan anual) una buena planeación, una planeación a largo plazo. Por lo regular lo urgente se nos presenta y dejamos de hacer lo importante; Pero si ponemos atención y dedicamos más tiempo a las cosas realmente importantes, podremos más adelante hacernos cargo de todo lo urgente que se nos presente. Aprovechando el momento de crisis económica mundial, es un buen ejercicio ubicar lo realmente importante para el país.

México parecía haberse liberado de la inestabilidad macroeconómica que tanto daño causó durante los ochentas y noventas. La economía mexicana dio pasos positivos hacia la liberalización, la apertura comercial y la estabilización de los fundamentos económicos. Una política fiscal prudente, un régimen flexible de tipo de cambio, índices de inflación de un solo digito, un banco central independiente y mejores grados de inversión.

Pero aún con estos avances no logramos despegar como lo están haciendo mercados emergentes como China o India. Nos preguntamos ¿Qué nos falta por hacer? ¿Dónde necesitamos poner atención? ¿Qué sigue? En el pasado Foro Económico Mundial (WEF) en Davos, dieron a conocer el Índice de Competitividad Global y nuestro país se ubica en el lugar 52 de 131 países y 2do a nivel Latinoamérica después de Brasil. Se habla de 3 etapas de desarrollo para los países: 1) Factores-recursos, 2) Eficiencia, y 3) Innovación.

En la primera etapa la economía de los países está centrada en los factores primarios, recursos naturales y mano de obra no calificada. En la segunda etapa, la eficiencia y la productividad pueden ser mejoradas no solo por factores del mercado, sino por mejoras en los procesos de producción y eficiencia en sus mercados. En la tercera etapa la de Innovación, los países no pueden crecer a menos que compitan produciendo valor agregados con nuevos y únicos productos.

Desmenuzando el estudio del WEF, identifican 12 pilares de competitividad que necesitamos revisar para dilucidar respuestas a nuestras preguntas. Estos son: Instituciones, Infraestructura, Estabilidad Macroeconómica, Salud y Educación primaria, Educación Superior y Capacitación, Eficiencia en el mercado de productos, Eficiencia en el mercado laboral, Sofisticación del Mercado Financiero, Celeridad Tecnológica, Tamaño del Mercado, Sofisticación de negocios e Innovación.

En materia de Ambiente de Instituciones, nos hace falta tener instituciones enfocadas a mejorar la competitividad, instituciones que garanticen los derechos de propiedad privada, el cumplimiento de contratos, que operen justa y eficientemente; que estimulen a los emprendedores, mantengan la estabilidad económica, manejen el riesgo y den garantías, que fomenten la participación y la responsabilidad. También en esta materia falta incluir el rol de la ética Corporativa, la transparencia y la información. La debilidad institucional ha minado la capacidad de México para aprovechar todas las ventajas de la liberalización de la década pasada. Los grupos influyentes o grupos de interés (monopolios, duopolios y sindicatos) han sido capaces de secuestrar el proceso político y capturar la mayoría de la nueva riqueza. Aunado a esto, la deficiente Seguridad, el crimen organizado y la violencia han impuesto un nuevo costo a los negocios.

En Infraestructura México tuvo un progreso importante en los noventas. Sin embargo, en la década actual ha bajado mucho la inversión privada en esta materia. Necesitamos los caminos adecuados, los trenes, los puertos y aeropuertos, la proveeduría de todo tipo de energía y una energía eléctrica ininterrumpida y las telecomunicaciones adecuadas y a buenos precios para competir en el mundo.

La Estabilidad macroeconómica había sido lograda, pero aún no solucionamos la dependencia de las finanzas públicas al petróleo. El ajuste fiscal en mediano plazo debe ser del tamaño de la contribución de PEMEX a las finanzas públicas y mucho tiene que ver con la evasión fiscal generalizada. Pero claro, cómo pretender cobrar impuestos ahora que estamos a media crisis mundial. Otra vez nos ganó la urgencia!

En materia de Salud queda mucho por hacer, pero el reto mayor está en la calidad del sistema de Educación primaria. El poderoso sindicato liderado por Elba Esther Gordillo, el mayor sindicato de América Latina, ha sido el responsable del rezago educativo, de bloquear reformas y de la falta de recursos. Urge despolitizar el sistema educativo y mejorar el nivel de los maestros. En materia de Educación Superior y Capacitación necesitamos dar mayor énfasis a las necesidades laborales del mercado, urgen más ingenieros, técnicos y científicos y que las empresas se acerquen más a las instituciones educativas para el diseño de programas prácticos.

La eficiencia en el mercado de productos y servicios está muy lejos de alcanzarse. Somos rehenes de monopolios públicos y privados en los que no tenemos opción o alternativa. Contamos con un débil órgano regulador que depende del Ejecutivo y un caro sistema de Seguridad Social hace que la gente busque permanecer en el sector informal.

Un sobre-regulado mercado laboral ofrece un fuerte incentivo a la informalidad. Los altos costos de nómina, de despido y los sindicatos hacen que los empresarios piensen más de dos veces establecerse o quedarse aquí.

El sistema financiero mexicano se había recuperado de su fragilidad del pasado causado por la inestabilidad macroeconómica y crisis recurrentes. Sin embargo, la obtención de un crédito para empresas o la obtención de capital de riesgo siguen siendo imposibles para las nuevas empresas. En México el financiamiento está reservado para los mismos dueños de los grupos financieros.

En materia tecnológica aún estamos muy lejos de alcanzar a las economías desarrolladas y aunque tenemos acceso a ellas, la infraestructura nos vuelve a fallar. El tamaño del mercado es considerable y el poder de compra estaba creciendo antes de la crisis. El tamaño del mercado es dinamizado por la red de tratados de libre comercio que México tiene con diversos socios comerciales, pero para competir, debemos estar en igualdad de circunstancias.

La innovación es un detonador de la competitividad en el largo plazo. La capacidad para generar nuevos e innovadores productos o procesos se vuelve esencial para el crecimiento sostenible. México tiene importantes rezagos y debilidades varias dimensiones relacionadas a la innovación, incluyendo inversión, cooperación universidad-negocios y potencial científico y tecnológico. La falta de enfoque en la innovación es evidente en el número de patentes registradas per capita y el porcentaje dedicado a investigación y desarrollo.

Como podemos ver, aún queda mucho por hacer en varios rubros, pero identificando los problemas principales (lo importante) y sus causas, podremos enfocarnos y planear nuestro futuro. La crisis económica mundial no va a ser eterna, es cuestión de confianza y un buen comienzo sería planeando lo que queremos para nosotros mismos, sin que nos vuelva a ganar la urgencia.

Por cierto, el WEF ubica a México en la 2da etapa de desarrollo; economías que pueden ser mejoradas por la eficiencia.

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[i] Assessing the Foundations of Mexico´s Competitiveness: Findings from the global Competitiveness Index 2007-2008, Irene Mia, Emilio Lozoya Austin, WEF.

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